La poda es imprescindible para cualquier planta, y para los rosales es imprescindible si queremos flores de gran belleza. Sin embargo, suelen haber muchas dudas sobre cuándo se podan los rosales, y es que de una buena poda en el momento preciso dependerá que el rosal florezca en condiciones.
Los rosales son plantas rústicas, que requieren pocos cuidados para vivir, pero para que florezcan debemos prestarles atención. Esto se debe a que la floración es un acto que supone un gran desgaste energético para la planta, y si somos rigurosos obtendremos unas flores realmente hermosas y llenas de color.
¿Cuándo debemos podar los rosales para que florezcan?
Esta es una tarea vital para la planta, y de esto dependen las flores, el número y tamaño de las mismas. Además, será básico para que mantenga su porte y vitalidad, siendo una flor saludable. La edad de la planta puede influir en cuándo debemos podar los rosales, porque los ejemplares jóvenes no requieren demasiada poda, pero si es una planta más vieja será necesario ir podando para un correcto crecimiento. Existen dos momentos en el año que son propicios para podar los rosales, los cuales son:
Febrero
Es el momento de poda más conocido por los amantes de las plantas, pero esta suele realizarse en marzo especialmente por las heladas. Febrero marca el fin del invierno, pero las noches siguen siendo muy frías, y cuando las noches comienzan a ser menos frías es que debemos hacer la labor de podar nuestros rosales.
Si nos precipitamos a podar las plantas podríamos hacer que los brotes se congelen, arruinando las posibilidades de floración. Además, si los tallos abiertos se exponen a heladas pueden traer consigo la aparición de hongos lo que puede hacer que las plantas tengan muchos problemas.
La poda al final del invierno es muy importante, porque permite suprimir la madera muerta, eliminar los chupones y dejar las ramas que tienen un crecimiento sano. Si queremos fomentar la floración tendremos que cortar en horizontal las ramas superiores, para hacer que el rosal sea menos alto y necesitará menos energía para florecer.
Poda al final del verano
Esta poda es poco conocida, y la verdad es que puede llegar a ser muy importante, porque podremos preparar nuestra planta para el frío del invierno. De esta forma, nuestra planta aguantará mejor el reposo vegetativo, y es una poda que se realiza entre septiembre y octubre.
Esta poda implica limpieza y aclareo, y debemos sanear las ramas que florecieron eliminado las flores como parte de la rama. Lo ideal es cortar aproximadamente la mitad del tallo y siempre sobre un brote nuevo.
Es recomendable acortar las ramas que han producido flores, pero debemos tener en cuenta que esto aplica para los rosales que florecen una sola vez al año. Si tienes un rosal de floración otoñal, debemos esperar hasta la poda de febrero. En caso de que no lo sea, tendremos que podar dos tercios de su longitud, para permitir el crecimiento de nuevas ramas y de nuevas flores.
¿Cómo se deben podar los rosales?
Es vital respetar las podas dependiendo del tipo de rosal que tengamos y hacer una o dos al año para mantener nuestras plantas saludables. Sin embargo, también será vital considerar los detalles del proceso para hacerlo de una forma correcta, para lo que debemos tener en cuenta lo siguiente:
Herramientas necesarias para podar rosales
Si realizamos la poda de rosales con una herramienta inadecuada podríamos causar un daño importante a las plantas. Podar las plantas les causa heridas y puede llegar a ser un foco de infecciones. Por este motivo, debemos usar las herramientas adecuadas como son:
- Tijera Bypass para ramas finas: es una tijera de jardín clásica, que se usa para podar arbustos o árboles pequeños. Es una tijera ligera, pero requiere destreza y fuerza si los tallos son gruesos. Por lo tanto, se recomienda únicamente para tallos finos.
- Tijera de yunque: esta tijera es la más adecuada para las ramas gruesas, y tiene una hoja fija que presenta una menor resistencia para podar. No tendrás que hacer mucho esfuerzo y el corte es limpio por lo que tus rosales quedarán siempre perfectos y sanos.
¿Cómo podar los rosales?
El tipo de corte que hagamos en los rosales determinará el crecimiento y la salud de la planta en general. Lo ideal es que hagamos unos cortes diagonales sobre una yema y ligeramente oblicuos para que puedas conseguir un corte limpio.
Lo más recomendable es que realices la poda a menos de cinco centímetros de la yema. Si tenemos que podar una rama completa, será imprescindible cortar al borde de dónde se inserta el tallo principal.
Consejos para la poda dependiendo del tipo de rosal
Dependiendo del tipo de rosal del que estemos hablando tendremos que fijarnos en el tipo de poda que podemos realizar. Por este motivo, para que tu rosal pueda florecer adecuadamente tendremos que hacer la poda dependiendo del tipo de rosal que sea. A grandes rasgos tendremos que hacerlo de la siguiente forma:
- Rosales mini: estos requieren una poda conservadora, manteniendo siempre entre cinco y siete ramas principales. Debes dar prioridad a los tallos jóvenes sobre los leñosos. Si quieres favorecer el crecimiento siempre debes despejar las ramas centrales del arbusto.
- Rosal viejo: en estos casos es recomendable aplicar las dos podas anuales. Además, debes eliminar las ramas muertas o las que puedan romper la estructura de la planta.
- Rosal arbustivo: son rosales que requieren de más tiempo antes de podar desde que son plantados. Lo ideal es esperar de dos a cuatro años para realizar la primera poda, y no requieren podas regulares. Lo ideal es que retiremos las ramas que crecen hacia el interior, y en las exteriores debemos podar a la mitad las más fuertes.
Rosal trepador: si son jóvenes debemos guiarlos en su crecimiento eliminando las ramas muertas o enfermas en la poda de febrero. También debemos reducir los tallos laterales a unos 15 centímetros en la misma época del año para asegurarnos de que la planta crezca en condiciones.